El sector inmobiliario moderno tiene un rol principal en el desarrollo urbano, la construcción de ciudades y la definición de qué estilos de vida son posibles dentro de ellas.
Si bien la mirada tradicional ve a esta industria condicionada tanto por planos reguladores, ordenanzas y normas como por fuerzas de mercado, es importante reconocer también que hay espacios para la innovación dentro del rubro.
Desde estas oportunidades de innovación, es que hemos querido abordar los desafíos de sustentabilidad que estamos enfrentando a nivel global, y proponer soluciones.
El crecimiento de las ciudades ha puesto una mayor presión al medio ambiente, y ha transformado irreversiblemente nuestro paisaje. Fenómenos como las islas de calor, la proliferación de especies invasoras, la pérdida de especies nativas y la reducción de la biodiversidad, son ejemplos de las consecuencias ambientales de esta expansión urbana.
Como empresa inmobiliaria nos hemos planteado el desafío de regenerar los ecosistemas en los que realizamos nuestros proyectos, como parte de nuestra propuesta de modelo de desarrollo inmobiliario sustentable. En nuestra búsqueda de nuevas formas de revertir los efectos anteriormente mencionados y agregar valor a los ecosistemas presentes en las ciudades, hemos identificado el rol fundamental de la biodiversidad como facilitador de múltiples procesos ecosistémicos.
Por esta razón, para nuestros nuevos proyectos Ecobarrio II y Ecotown hemos efectuado un estudio de línea base de biodiversidad en flora y fauna, con el objetivo de conocer mejor las características iniciales de ambos terrenos en términos ecosistémicos. La meta es, una vez levantados los datos sobre los sitios, poder establecer un diseño de paisajismo y equipamiento en áreas comunes que iguale o supere estas características iniciales.
Para el caso de ambos sitios, su uso anterior implicó una degradación importante del suelo y la biodiversidad existente, con prácticamente nula existencia de especies nativas o endémicas. El sitio donde se emplaza el Ecobarrio II es parte de un predio agrícola para hortalizas, que cuenta con un conjunto de árboles frutales introducidos en el sector donde se ha planificado la piscina del proyecto.
Hemos resguardado la integridad de la mayoría de los árboles existentes, replantando un subconjunto y generando esquejes para reproducir a los demás, en paralelo a la construcción de las primeras obras civiles. Nuestro prototipo de huerta comunitaria en obra se mantiene como un polo de atracción de especies de aves entre los que se encuentran chincoles, picaflores y gorriones, además de insectos polinizadores como abejas y abejorros.
El sitio del proyecto Ecotown corresponde a una antigua industria empacadora, la que lleva más de una década inoperativa. El terreno cuenta con una serie de árboles frutales, también introducidos, con poca o nula presencia de especies nativas. Al igual que el proyecto Ecobarrio, se están considerando la preservación de los árboles presentes en el sitio, o su reubicación y reproducción cuando sea necesario. Se ha proyectado como parte del proyecto de paisajismo una equivalencia entre especies, privilegiando aquellas de bajo consumo hídrico y potencial de atracción de especies polinizadoras.
Con esto, buscamos impactar positivamente en los ecosistemas, promoviendo una biodiversidad que facilite ecosistemas saludables y resilientes, para vivir en armonía con el medio ambiente.
Por Rafael Quezada G.
Gerente de innovación y sustentabilidad